CIUDADES DE UTOPÍA
La mujer que
vivía dentro de ella no la dejaba tranquila. Le pedía sin cesar un cambio en su
vida y decidió escucharla.
Ilusionada miraba una y otra vez las
propuestas de la inmobiliaria. Ante ella estaban las nuevas urbanizaciones, que
con vistas de futuro se habían creado. La oferta era apetecible. Un ramo de
margaritas para sus vecinos y con eso ya tenía derecho a una vivienda unifamiliar. Siete
urbanizaciones con los nombres de los días de la semana.
Domingo. Todo
estaba lleno de bares, iglesias, familia.
No había trabajo.
Sábado. Compras,
salidas al campo, sinagogas.
Viernes. Se
acabó el trabajo, hay mezquitas, amigos y botellones.
Jueves. Día
de ilusiones, de lectura, abundaban los libros.
Miércoles. Serenidad
y películas en las salas de cine.
Martes. Ilusión,
escapadas a tomar un café.
Lunes. Encuentro
con los compañeros, una semana para llenar de vida.
Difícil
decisión. Se miró hacia dentro buscando lo mejor para su espíritu. Una de las
urbanizaciones le llamó la atención especialmente. Era luminosa, alegre, con
conexión a internet, con gente de distintos lugares.
Unos amigos le habían
hablado muy bien de ella y ya vivían allí.
Consultó con
su otra yo. Estaba de acuerdo con ella.
Compró muchos
ramos de margaritas, y decidió hacerse “juevera”.
Acertadísima elección amiga Alis imaginaria, que en eso estamos tú y yo, en imaginar. Bien hallada juevera, aquí palabras, sueños, gente maja, aprender, disfrutar, comunicar, casi naaa, te felicito por acompañarnos juevera de pro !salve!
ResponderEliminarNo están los tiempos ni los días de la semana para andar deshojando la margarita de las inmobiliarias tiburonas, de lunes a domingo, salvando el jueves, se está bien en esta casa, no cobran alquileres, es confortable y amiga, muy bien amueblada.
Acepto el ramo y te ofrezco una flor sonriente.
UNa acertada decisión, es un interesante grupo humano.
ResponderEliminarYo también hubiera tomado esa opción, porque su gente es buena e interesante.
ResponderEliminarAcertada decisión, a fe. Yo ingresé en tan selecta ciudad hace casi un año: buena gente, gente con gusto e imaginación...un archipiélago de pequeñas ciudades-estado donde luce el sol, en un mundo virtual donde hay zonas oscuras y tenebrosas, reinos que son las proyecciones de hondas insatisfacciones. Pero la isla juevera tiene un faro muy alto y luminoso, como el de alejandría.
ResponderEliminarUn beso
Que linda decisión, acertada, donde somos muchos y de muchos lugares, unidos para un mismo fin, la palabra, que entrelaza, alimenta, cuenta y nunca se acaba.
ResponderEliminarUn abrazo Juevero :)
estoy viendo últimamente mucha imaginación, estoy pudiendo decir eso de LA IMAGINACIÓN AL PODER. y en este tu escrito, desde luego, he visto y he dicho lo de atrás.
ResponderEliminarmedio beso.
Algo hermoso debe tener tu ciudad elegida, cuando yo, de vuelta de muchos lugares, me acerqué un día a ella sin muchas ilusiones y al final me temo que terminaré quedándome en ella.
ResponderEliminarAunque la atención debida a tanto compromiso, me va apartando de otros menesteres igualmente placenteros.
Un abrazo.
¡Qué bonito Alis! asi te vamos a tener que cuidar siempre... Un beso.
ResponderEliminarA mí también me gusta mucho esta ciudad donde hay tantos sitios tan diferentes y maravillosos donde ir.
ResponderEliminarMuy original tu relato.
Un beso
Buena y sabia decisión lo de hacerse juevera, y eso de que con un ramo de margaritas tengas derecho a una vivienda es fenomenal. ¿Dónde hay que apuntarse?
ResponderEliminarUn abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy bueno. Quizás algún día decida visitar esa ciudad de tu protagonista. Felicidades.
ResponderEliminarEn ciudades así el leer, escribir, amar, mirar... todo sería nuevo.
ResponderEliminarUn beso, Juevera y Jaenera, casi ná.
ahhhhhh!! justo cuando me vi tentada de decir que yo hubiera elegido la urbanización de los jueves, caigo en la cuenta de la apropiada conclusión de tu escrito!
ResponderEliminarMuy bueno.
OLeeee jaja
ResponderEliminarSabia decisión, porque como habrás podido comprobar, los jueveros son también miercoleros, marteros, incluso vierneros. Vamos que todo lo de las demás en una sola.
ResponderEliminarOriginal y cariñosa.
Besos
Me encanta tu idea, muy muy buena, que gran imaginación. Un besote
ResponderEliminarjajajajajajaja. ¡Anda ya! Pues por aquí estamos casi todos.
ResponderEliminarMuy divertido y original.
Un abrazo.
Me encantó tu relato pero el final es genial, bienvenida a los jueveros, yo tomé esa decisión hace mucho y nunca me arrepiento.
ResponderEliminarUn beso.