miércoles, 17 de diciembre de 2014

LAS MANOS




LAS MANOS

Hay ausencia de sonidos y la luz ha huido de mis ojos. Mi cuerpo permanece inmóvil, mientras mi mente no descansa. Quiero gritar que no quiero estar sola, pero ningún sonido sale de mi garganta.

Necesito el contacto de un amigo desesperadamente y alguien, de quien no recuerdo su rostro, me coge dulcemente las manos como todos los días, me acaricia y yo me sosiego. Es mi único contacto con el mundo desde hace no sé cuánto tiempo.

Hoy, inesperadamente, los sonidos vuelven, mi cuerpo comienza a moverse y la luz ciega mis ojos. Hago un esfuerzo por descubrir la cara de quien me ha acompañado en el hospital. Y descubro tu mirada que me sonríe y me transmite alegría, esperanza, dulzura y… Aparto mis ojos de los tuyos. Tengo miedo de lo que percibe mi corazón.

Aprieto con fuerza tu mano, la que me ha mantenido unida a la vida. Y en silencio, lloro por tu amistad.